La invasión de la proteínas

En los últimos años hemos visto una serie de alimentos repudiados, pero las proteínas han ido adquiriendo un papel salvador de nuestra dieta cada vez mayor. ¿Es justificado?

Las proteínas son esenciales en nuestro cuerpo al ser necesarias para multitud de procesos. Relacionado con el ejercicio físico, las proteínas son utilizadas para la regeneración muscular. Cuando entrenamos nuestra musculatura sufre un «ataque» del cual es capaz de auto-recuperarse pero para lo cual necesita de proteínas.

¿Cuántas gramos de calorías necesito? La cantidad de proteínas que necesitamos a lo largo de nuestra vida va variando, sobre todo en los primeros años donde pasamos de 2 gramos de proteína por kilo de peso cuando somos bebes y poco a poco se va reduciendo hasta que a los 19 años tanto para mujeres como para hombres un medida de 0,9 gramos de proteína por kilo es correcta. Es decir, que si pesamos 70 kg necesitaremos 63 gramos al día de proteína.

Si hago ejercicio, ¿necesito mas proteínas? Pues depende del ejercicio físico, cuando son entrenamientos de fondo físico (natación, carrera) la cantidad se incrementa a entre 1,2 y 1,6 gramos por kilo. Si hacemos entrenamiento de fuerza (powerlifting, levantamiento pesas, halterofilia, crossfit) la cantidad se incrementa a 1,7 o 1,8 gramos por kilo. Se ha comprobado que por encima de 2 gramos por kilo no hay un aumento del beneficio.

¿Qué ocurre si tomo demasiada proteína? Pues al igual que con los hidratos de carbono, si tomamos mas proteína de la que el cuerpo requiere la almacenamos como grasa. Además el consumo excesivo de proteína produce una sobrecarga en el funcionamiento tanto del hígado como de los riñones y puede subir nuestros niveles de ácido úrico y colesterol. Y un último efecto, es que la orina se convierte en más ácida y esto conlleva una mayor pérdida de calcio por la misma, que conlleva un mayor riesgo de osteoporosis.

¿Cómo consigo proteína? Aquí comúnmente volvemos a creer otra falsedad y es que para conseguir proteína tenemos que comer carne o productos animales. Encontramos proteína en prácticamente todos los alimentos, ya hablamos de que había entre un 10 y un 15% de proteínas en el pan, y la proporción de proteína respecto al peso total es alta en algunos productos tanto de origen animal como de origen vegetal. Lo que si encontramos diferente es que las proteínas de origen animal son mas completas que las de origen vegetal y por tanto, si tomamos proteína de origen vegetal tenemos que tomar mayor variedad de alimentos.

AlimentoCantidad de proteína
por 100 gramos
Seitan75 gr
Jamón ibérico36 gr
Atún30 gr
Pavo29 gr
Pollo, Cerdo27 gr
Cacahuete21 gr
Lenteja25 gr
Mejillones, Ternera24 gr
Langostinos22 gr
Salmón20 gr
Almendras, Garbanzo19 gr
Anacardo, Bacalao, Sardina18 gr
Nueces, Quinoa14 gr
Huevo13 gr
Merluza12 gr
Yogur griego10 gr

Los estudios indican que normalmente nuestra dieta supera el nivel de proteína necesario para una vida sedentaria, y es fácil ver que no es complicado alcanzar el nivel necesario cuando practicamos deporte.

¿Es necesario el uso de proteína en polvo en nuestra dieta? Actualmente podemos comprar distintos tipos de productos que son proteína en polvo con distintos orígenes, este tipo de suplemento no son necesarios cuando tenemos una dieta normal y variada.

En resumen, necesitamos ingerir proteínas, pero podemos hacer una dieta variada y rica y no estamos obligados a utilizar suplementación. No nos obsesionemos con las proteínas como el gran salvador de nuestra alimentación y tengamos una alimentación de calidad.

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¿Debo comer pan? Lo bueno y lo malo del pan

En primer lugar deberíamos ver ¿Qué es el pan?:

  • Es una mezcla de harina, sal, agua y algún elemento que produzca la fermentación
  • Las harinas suelen ser de: trigo, centeno, cebada o avena.
  • Las harinas pueden ser integrales o refinadas
  • Para la fermentación se suele utilizar: levadura o masa madre
  • En ciertos tipos de pan se le puede agregar azúcar a la mezcla o algún tipo de semilla

Partiendo de la composición del pan un problema que podemos tener es intolerancia al gluten que es una proteína en presente en los cereales (trigo, centeno, cebada o avena) de los que se extrae la harina. En este caso, seríamos celiacos y indudablemente no deberíamos comer ningún producto que provenga de estos cereales, como ya nos lo habrá indicado nuestro médico.

Vale no soy celiaco, pero pienso que no me sienta bien el pan. Bueno en este caso tenemos que ver que no todo el mundo acepta igual los distintos tipos de cereales, también nuestro cuerpo puede reaccionar mejor a las harinas integrales que a las refinadas, o bien, puede que digiramos mejor un pan con masa madre que otro con levadura. Pero esto no indica que no podamos comer pan, si no que debemos buscar un pan que podamos digerir mejor o que nos guste más.

Si vemos los datos de España el 92,6% de la población toma pan con asiduidad y el 75,1% prefiere el consumo del pan blanco. Es verdad que es un producto muy consumido pero también que no dejan de salirle detractores.

¿Qué me aporta el pan?

Dejémonos de ruido sobre el pan y veamos ¿Qué me aporta el pan? Al comer pan conseguimos:

  • Vitaminas del grupo B como tiamina o B1, riboflavina o B2, piridoxina o B6 y niacina
  • Hidratod de carbono complejos
  • Proteína (entre el 10% y el 15%)
  • Minerales como: calcio, hierro, cinc, magnesio, potasio y fósforo

Otra cosa que se alega del pan es que engorda mucho, pues no es así, el pan solo contiene entre un 2 y 4% de grasa y no contiene colesterol. Su porcentaje de grasa es tan bajo que una ración de pan de entre 40 y 60 gramos solo aporta entre 80 y 100 kilocalorías, menos de un 5% de las 2300 calorías que de forma media deberíamos ingerir al día.

Según la Universidad de Harvard un 25 por ciento de nuestra dieta diaria debería ser cereales integrales. Encontramos cereales ingegrales en el pan integral, la pasta integral o el arroz integral. ¿Por qué es mejor el cereal integral? Pues porque nos aporta más fibra en la dieta, mas ácidos grasos esenciales y minerales, y tienen un efecto más leve sobre el azúcar e insulina en sangre.

Según la Organización Mundial de la Salud OMS, podemos comer en cada comida una ración de entre 40 y 60 gramos de pan, lo que equivale al final del día haber comido unos 250 gramos de pan, o lo que es lo mismo una barra de pan. Sin embargo si tienes una vida activa y practicas deporte indican que puedes ampliar tu consumo de pan a unos 400 gramos diarios.

Ahora hagamos caso a las abuelas, que decían «pan con pan comida de tontos», si estas comiendo pasta no comas pan ya que la proporción necesaria de cereales la estás consiguiendo por la propia pasta.

¿Qué debo mirar al consumir pan?

Una consideración que debemos tener al consumir pan es su cantidad de sal. La OMS fija en 5 gramos máximo de consumo de sal al día, por lo que debemos tener cuidado de no estar ingiriendo pan con una gran cantidad de sal. En lugares como España se ha legislado, fijando en 1,31 gramos de sal por cada 100 gramos de pan para evitar este aporte extra de sal en nuestra dieta.

Si bien el pan tradicional no lleva azúcar en su composición, no suele ser así en los panes de molde que suelen llevar alrededor de un 4% de azúcar en su composición. La OMS fija en 25 gramos diarios la máxima cantidad de azúcar que debemos ingerir por lo que debemos tener cuidado con el pan de molde ya que rápidamente nos puede hacer consumir azúcar en exceso.

¿Debo comer pan?

Volviendo a la pregunta inicial, ¿debo comer pan? deberíamos decir que si no eres celiaco debes comer pan, mejor integral, mejor que no sea de molde, pero come pan. Sobre los tipos de harinas, si es de levadura o de masa madre es algo que está muy bien para los gustos personales o para el marketing de los productos, pero: !!! come pan ¡¡¡¡

Foto de Mae Mu en Unsplash

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¿Qué necesito para realizar un cambio físico?

Estos días el generador de contenidos @IbaiLlanos subía un vídeo hablando de su proceso de cambio físico. Es una persona muy mediática y a día de hoy el vídeo tiene mas de dos millones de visualizaciones, y ante tal volumen de visualizaciones hay comentarios para todo.

En el vídeo Ibai habla de que en las últimas semanas no había podido entrenar como quisiera, que le había faltado motivación y que no había podido comer como debería. ¿Es algo raro? ¿Es algo que solo le pasa a él? No, nos pasa a todos, es algo propio del cambio. Un cambio físico implica un montón de pequeños cambios: entrenar, mejorar la alimentación, concentración, sentido crítico, etc…

El alcance del vídeo ha sido tal que muchos medios han hablado de ello y en muchos de ellos se ponía la palabra «fracaso» en sus textos, lo cual es algo completamente absurdo, como el propio Ibai indica en twitter, fracasar es no intentarlo. Pero es verdad que es algo que nos pasa a todos por la cabeza cuando las cosas no salen como queremos, o peor aún les pasa a los que nos ven avanzar sin tener ni idea de lo que hacemos y como lo hacemos. El sigue entrenando sigue peleando por lo que no hay fracaso.

Otra crítica que recibe es que solo habla de excusas y lo que necesita es disciplina. La motivación y la disciplina son los polos opuestos del mismo autoengaño. La motivación te dice que todo es maravilloso y que todo te lo mereces y que nada saldrá mal. La disciplina te dice que pase lo que pase tu podrás hacerlo y querer es poder. Pero la vida no es tan sencilla, nuestra vida es como un reloj si queremos hacer un cambio nos va a llevar tiempo, vamos a tener que pensarlo y cambiar otras muchas cosas.

Foto de Benjamin Rascoe en Unsplash

¿Cómo lo afronto con motivación? Soltaré esta piececita dentro del reloj y todo funcionará a la primera porque lo deseo mucho y el universo entero hará que funcione bien.

Foto de Stainless Images en Unsplash

¿Cómo lo afronto con disciplina? Con la ayuda de este maravilloso martillo esta pieza entrará sin problema.

Foto de Moritz Mentges en Unsplash

Es verdad que la motivación y la disciplina ayudan, pero no le demos la importancia que no tienen. Debemos evaluar nuestro punto de partida ante cada cambio y evaluar después de realizarlo nuestros logros, mirar que fue bien y que fue mal. Y sobre todo comprender que es un proceso que debemos respetar y disfrutar.

¿Qué pasa si falto a entrenar unos días? Pues realmente no pasa mucho, el entrenamiento de fuerza tiene una gran ventaja sobre el entrenamiento de fondo, puedes faltar unos días a entrenar y no pierdes mucho. Pero, ¿retrocedo si falto a entrenar? pues como todo, es relativo no es lo mismo alguien que lleve entrenando un mes que lleve entrenando un año, no es lo mismo faltar una semana que un mes. Pero da igual, si no entrenas no avanzas, puede que retrocedas un poco pero nunca vuelves a punto de partida. Lo único que tienes que hacer es ajustar tu rutina un poco y volver a la carga.

¿Qué ocurre si como mal? En esto nuestro cuerpo es mas radical, si hemos acostumbrado a nuestro cuerpo a una comida de mayor calidad nutricional y pasamos a comida peor: comida basura, comida preparada, etc. Seguramente lo primero que notaremos es que ya no nos vuelve tan locos como antes y segundo nos puede sentar mal, con digestiones pesadas y molestas. La industria alimentaria sabe muy bien lo que nuestro cerebro busca en la comida y es lo que nos ofrece, no comemos con nuestro cuerpo si no con nuestro cerebro, y eso lleva a que nuestro cuerpo sufra las consecuencias. Comida rápida, refrescos, dulces… son una droga para nuestro cerebro nos dan principalmente grasa, sal y azúcar, ¿Quién se puede negar a ello? ¿Qué pasa si los vuelvo a ingerir? Pues pasa que como toda «droga» tu cuerpo te va a pedir más, y está tan a mano que tenemos que luchar contra nosotros mismos para no volver a caer. Pero los estudios han demostrado que si mejoramos nuestra condición física automáticamente mejora nuestra alimentación, digamos que nuestro cerebro no es tonto, el cuerpo piensa: con lo que me cuesta hacer unas calorías en la bicicleta de spinning, como para comerlas a lo tonto :).

¿Por qué me siento culpable si no entreno? Pues es sencillo sabes lo que tienes que hacer pero no lo estas haciendo, y con uno de esos juegos suicidas de nuestra mente contra menos entrenamos mas culpables nos sentimos. En esos casos lo mejor es parar a la mente sus juegos y preguntarnos: ¿no entreno porque no puedo o porque no quiero? Si no puedo, busca la forma de hacer algo de ejercicio en cualquier sitio: andar mas, ejercicios rápidos en casa, una visita rápida al gimnasio con el tiempo que tienes disponible, etc…. Si no quiero, ¿Qué es lo que te lo impide? Seguramente la respuesta mas rápida es que no nos compensa, pensamos que vamos y no llegamos a donde queremos, no estamos llegando a nuestros objetivos.

¿Soy realista con mis objetivos? Todos empezamos un cambio físico por distintos motivos:

¿Parecernos a alguien?

The Rock

¿Conseguir ganar una competición?

Normalmente, cuando empezamos algo siempre pensamos a lo grande. Pero, ¿qué ocurre si no lo conseguimos? Pues que nuestra salud ha mejorado, nuestro físico ha mejorado, nuestra vida ha mejorado. El ejercicio físico le da a nuestro cerebro sustancias como la serotonina o la dopamina que nos ayudan a sentirnos mejor. A la serotonina se le llama el neurotransmisor de la felicidad, así que no es ninguna idiotez. Como ya dijo Décimo Junio Juvenal en el siglo I de nuestra era: Mens sana in corpore sano. ¿Hemos perdido el tiempo? Claramente, no.

FitNow se creo justamente para estas situaciones, para esos momentos en los que no tienes claro a donde vas o si lo has hecho de la mejor forma posible, para no llenar tu cabeza de excusas y culpas. Reflejas en la aplicación lo que comes, lo que entrenas y tus medidas, sin mentiras, y vas viendo como tu cuerpo evoluciona y como tu mente se centra.

“Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”. Lord Kelvin.

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¿Cómo gestiona la grasa nuestro cuerpo?

Como todo lo asociado con nuestra salud no hay una respuesta sencilla. Antes de fijarnos en la grasa en sí, debemos ver como se compone el peso de nuestro cuerpo: primero de todo nuestras «vigas» es decir nuestra masa ósea, por encima de nuestros huesos tenemos nuestros músculos, luego nuestros órganos (cerebro, riñones, hígado, piel, etc.) y por último nuestra grasa corporal.

¿Por qué tenemos que fijarnos en cada parte? Pues porque nos interesa tener una buena masa ósea, nos interesa tener una buena musculatura, nuestros órganos tienen prácticamente un peso fijo y lo único que nos interesa reducir es nuestra grasa corporal. Realmente, nos interesa reducir nuestra grasa corporal a unos porcentajes determinados que varían dependiendo del género y la edad. Como simplificación podemos decir que los valores promedios de grasa corporal para una mujer es entre 25 y 30% es correcta y para un hombre entre 20 y 25%.

Body Composition: Men vs. Women.
Nuestro cuerpo dependiendo del porcentaje de grada corporal

Si bien nuestros cuerpos son similares, acumulamos la grasa de distinta forma. Esta distribución varía dependiendo del individuo, de su sexo, de su genética e incluso de su estilo de vida. Según Francisco Tinahones presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO): «La grasa tiene dos formas de almacenarse: en el tejido adiposo subcutáneo (se distribuye de forma homogénea por nuestro cuerpo), o en el tejido adiposo visceral (cintura/tronco)».

De esta forma cuando rebajamos nuestro peso lo que nos interesa rebajar es nuestra cantidad de grasa. Pero todo no es sencillo, hay la creencia que se puede reducir grasa de una determinada parte del cuerpo, pero el mecanismo no funciona así. Que nosotros tengamos acumulada grasa en una parte de nuestro cuerpo que creamos que es demasiada, no quiere decir que cuando empecemos a consumir grasa lo hagamos justo de esa zona. La pérdida de grasa es progresiva y general en todo el cuerpo, si una zona tiene a nuestro gusto demasiada grasa tendremos que esperar a que el porcentaje de grasa disminuya en todo nuestro cuerpo, no solo en esa zona.

Cuando empezamos a hacer ejercicio, si no aumentamos nuestro consumo calórico lo normal es que adelgacemos ya que comiendo lo mismo gastamos más calorías. Pero como ya hemos visto al hacer ejercicio los músculos acumula glucógeno y agua, por lo que la pérdida de peso no es inminente, pero si lo es la pérdida de grasa. Poco a poco vas a ver que nuestro cuerpo está mas definido, pero puede ocurrir que nuestro peso sea más alto o que no baje. Es cuestión de seguir haciendo ejercicio para que una vez nuestro cuerpo ya acumule el glucógeno que necesita, empiece a bajar nuestro peso por la pérdida de grasa.

FitNow te permite llevar un registro de tu peso y de distintas variables de tu cuerpo (cintura, cadera, porcentaje de grasa, porcentaje de agua, etc.). Al llevar un registro podemos evaluar de una forma sencilla los cambios que va sufriendo nuestro cuerpo. Regístrate ya en FitNow 100% gratis y empieza a evaluar los cambios de tu organismo.

¿Por dónde empiezo?

Nuestro día a día a veces nos separa de nosotros mismos. Tener unos hábitos saludables debería ser sencillo pero realmente no lo es, nuestras prisas, nuestras distracciones nos alejan de los mejores hábitos y a veces nos encontramos tan perdidos que no somos capaces de empezar a cambiar. Hay dos facetas que son importantes para mejorar: la alimentación y el ejercicio físico.

La alimentación es un tema complicado ya que alimentarnos es algo que hacemos constantemente y que muchas veces hacemos de forma inconsciente, sin fijarnos realmente en lo que comemos. Pero es sencillo empezar a mejorar:

  • Comer fruta y verdura a diario. Los vegetales deben ser la base de nuestra alimentación nos aportan nutrientes y son bajos en calorías.
  • Reducir las comidas fuera de casa. Comer fuera de casa a veces es obligatorio y otras veces es un placer, pero no siempre es lo mas saludable. Nunca sabemos las proporciones de los nutrientes que nos proporcionan y normalmente para que sea mas sabroso la cantidad de sal y grasa suele ser superior de lo aconsejable
  • No es hacer dieta es comer bien. Hay centenares de dietas pero no suelen ser la solución porque plantean soluciones milagrosas, o super rápidas o simplemente mentiras. Lo importante es aprender a comer bien, ver que alimentos son buenos para nosotros y cuales son malos, y tenemos que dejar de comer o comer ocasionalmente
  • Precaución con las bebidas. Las bebidas también pueden ser el origen de algunos problemas en nuestra dieta, por ejemplo el consumo de zumos industriales puede conllevar la ingesta de una cantidad excesiva de azúcar. Los refrescos por lo general pueden ocasionarnos problemas tanto por el azúcar, incluso los bajos en azúcar pueden generar problemas ya que el cuerpo no tolera demasiado bien la ingesta de edulcorantes simplemente bebidos. Una tercera bebida que tenemos que evitar es el alcohol ya que nos proporciona una enorme cantidad de calorías vacías.

Estos pasos no son complejos son pequeñas cosas que son fáciles de mejorar. Una forma de ver nuestros avances es seguir un diario de comidas. FitNow te ayuda a registrar tus comidas y ver aquellas cosas que comes y quizá no sean las más saludables.

Para empezar con el ejercicio físico tenemos que tener una serie de premisas:

  • Disfrutar del proceso. Muchas veces cuando hacemos ejercicio físico nos fijamos unos objetivos muy difíciles de alcanzar, lo cual no está mal, pero es importante disfrutar del camino hasta esos objetivos. Seguramente en el camino surjan problemas por lo que si estamos contentos en él, será más sencillo sortearlos
  • Empezar poco a poco. El primer objetivo debe ser algo sencillo por ejemplo si llevamos mucho tiempo sin hacer ejercicio hacer ejercicio dos o tres días por semana puede ser un buen inicio. Empezar por algo sencillo, quizá caminar o hacer 30 minutos de ejercicios.
  • Cuidarnos de una forma global. Cuando hacemos ejercicio tenemos que ver el cuerpo en conjunto: la fuerza, la movilidad, el fondo físico y los estiramientos. Desde el principio tenemos que cuidar cada uno de los factores
  • «No Pain No Gain», no suele ser la mejor solución. La frase sin dolor no hay ganancia, queda bien como eslogan pero seguramente no somos deportistas profesionales, debemos escuchar nuestro cuerpo para saber cuando tenemos que parar o cuando podemos forzar mas, cuando algo es simplemente una molestia muscular o bien una lesión.

Con estas premisas debemos empezar con dos o tres días de entrenamiento, dedicándole tiempo a:

  • Fuerza, hacer ejercicios de fuerza con los grupos musculares principales: pierna, abdomen, pecho, espalda y brazos. No es necesario empezar con grandes pesos, un pequeño peso puede ser mas que suficiente para empezar a tonificar nuestros músculos
  • Fondo físico, hacer un ejercicio que mejore nuestra forma física. Tiene que ser una actividad que la podamos realizar de forma continuada durante unos 15 o 20 minutos. Ya puede ser andar, correr, combinar correr o andar, bici elíptica, bici estática, etc.
  • Movilidad, nuestro cuerpo es complejo tenemos un gran número de músculos, ligamentos, articulaciones, etc. Realizar ejercicios de movilidad nos permite ir posicionando todos los elementos en su lugar correcto.
  • Estiramientos, al acabar de realizar ejercicio los músculos están inflamados y doloridos, necesitamos estirar para que vuelvan a su posición normal.

Al principio puede que tengamos pequeños dolores o bien que antiguas lesiones nos molesten, si vemos que es algo que persiste es importante acudir a un fisioterapeuta para que nos ayude a arreglar el problema.

Una cosa curiosa, es que cuando empezamos a hacer ejercicio físico empezamos a cuidar mas la comida. Son como unos vasos comunicantes si cuidamos una cosa cuidamos la otra.

Para ayudarte en tu avance FitNow te permite registrar tus entrenamientos en el calendario para que de esta forma sepas cuándo entrenas, qué hiciste y como te fue. El llevar un registro nos ayuda a mejorar, pero también es una importante fuente de motivación porque podemos ver el progreso que vamos teniendo en nuestros ejercicios.

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¿Por qué pesamos más cuando empezamos a hacer ejercicio?

Si llevamos una vida sedentaria lo más habitual es que poco a poco vayamos cogiendo peso, entonces pensamos si hago deporte adelgazaré. Empezamos a hacer deporte y ¿qué ocurre? Normalmente, subimos de peso. Justo lo contrario que buscábamos.

Vamos a ver un poco como funciona nuestro organismo, cuando hacemos ejercicio los músculos consumen energía de tres orígenes diferentes: oxidar la grasa que tenemos almacenada , consumiendo glucógeno que tiene almacenado el propio músculo y con la glucosa que tenemos en sangre.

Ahora veremos que ocurre cuando comemos, al alimentarnos el cuerpo consigue glucosa, y mira si nuestros músculos tienen su nivel de glucógeno correcto, si no es así lo almacena en ellos. Cuando los músculos tienen suficiente glucógeno, lo que hace es convertir la glucosa en grasa para almacenarla.

Si vemos que ocurre cuando hacemos ejercicio el músculo gasta grasa, glucógeno y glucosa. De manera que cuando nos volvemos a alimentar lo que hace el cuerpo es intentar recuperar los niveles de glucógeno. Así podemos ver que cuando hacemos ejercicio tenemos varios beneficios.: consumimos grasa almacenada y generamos menos grasa ya que el cuerpo primero intentará crear glucógeno. Eso es muy evidente porque perdemos volumen, pero vamos a la báscula y pesamos más, ¿qué esta pasando?

Hemos dicho que los músculos consumen grasa y glucógeno, pero ¿en qué proporción? Bueno eso depende de la intensidad del ejercicio. Si el ejercicio es moderado consumiremos mas grasa que glucógeno, pero al ir aumentando la intensidad el consumo de grasa disminuye y el consumo de glucógeno va aumentando.

Vale al hacer ejercicio, consumimos glucógeno pero ¿cómo se acumula? El cuerpo genera tejido muscular que no es propiamente músculo pero que permite almacenar el glucógeno y que además almacena agua. Este es el motivo de nuestro aumento de peso. Ya que se calcula que por cada gramo de glucógeno que almacenamos, almacenamos unos tres gramos de agua.

De forma que cuando empezamos a hacer ejercicio consumimos grasa que tenemos almacenada, y almacenamos menos grasa, pero almacenamos más glucógeno y agua en nuestros músculos. Con lo que debe pasar un tiempo donde nuestro tejido muscular sea el necesario para nuestro nivel de actividad y al llegar a este punto, si que veremos que nuestro peso empieza a disminuir.

Bueno, disminuirá pero no tanto como podríamos pensar porque empezará otro proceso que nos aumentará de peso, pero eso lo veremos en otro post.

Lo que tenemos que fijarnos es que hacer deporte nos hace mas saludables y tiene un montón de ventajas, pero si nos obsesionamos con la báscula únicamente puede ser un proceso frustrante. Tenemos que ser constantes y disfrutar del proceso, porque puede ser muy gratificante.

Nutrición Hospitalaria

Controla tu comida, no que te controle a ti

La comida es una de las cosas más importantes en nuestro día a día, requerimos comer la cantidad suficiente y con la calidad de nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Al ser algo tan habitual muchas veces cometemos errores de forma continuada y nos lleva a transtornos como sobrepeso o situaciones más complicadas como anorexia o bulimia.

El llevar un diario de lo que comemos cada día nos permite tomar conciencia de lo que comemos. Con la revisión de nuestras comidas podemos ver en que momento se puede torcer o ver en que momento hemos empezado a comer mejor.

Una cosa sencilla es que si reflejamos lo que comemos y sabemos que algo que comemos no es saludable para nosotros, procuremos no comerlo. Hay que pensar que el diario normalmente no lo va a ver nadie nada mas que nosotros y por tanto, sería muy absurdo engañarnos a nosotros mismos.

Con el tiempo, lo que nos permite este tipo de diarios es tomar el control de nuestra alimentación, algo muy importante para nuestra salud.

Un estudio médico llega sugerir que el realizar un diario dobla los resultados en los regímenes adelgazante. Sea doblar o simplemente mejorar, llevar un diario nos ayuda a controlar nuestra salud.

En FitNow Assistant puedes llevar un diario detallado de lo que ingieres en el día además de la actividad física que realizas. Pruébalo y empieza a mejorar tu salud.